viernes, 9 de marzo de 2012

Birmingham 2012: El avión 2º Parte

Manolo quería ventanilla y yo pensé que mejor ir en el pasillo para eso de estirar las piernas. ¿Estirar las piernas? ¿Qué es eso? Es imposible. Primero, resulta que el reposabrazos del lado del pasillo es fijo y por tanto no se puede subir y con ello impide que saques la pierna en diagonal hacia el pasillo. Segundo, cuando consigues sortear el reposabrazos y sacar la pierna hacia el pasillo resulta que el pasillo parece un bar. No paran de pasar las azafatas con carritos vendiéndote cosas: periódicos, bebidas, comida, billetes de autobús... Y lo peor de todo es que la gente lo compra!! Pero si vale una bagette mal hecha 5 libras!!!

 
Además está tan bien aprovechado el avión, que por el pasillo sólo cabe el carrito y nada más. Así que si encontrabas la postura y te intentabas dormir, no podías por que cada 5 minutos pasaban de un lado a otro las azafatas con el carrito o pasaban los niños del asiento de al lado corriendo y había que quitarlo. Y luego también el reposacabezas te llega por la nuca. Señores de Airbus y Boeing, por favor no optimicen tanto el espacio!!! Y señoritas azafatas dejen de vender cosas!!!!

Obviando el problema de espacio, al entrar al avión te recibe una azafata muy simpática pero que te habla en inglés, ya para ir entrando en el idioma. Había 4 azafatas y sólo una de ellas hablaba español. Nos sentamos y pasada una media hora encienden los avisos de abrocharse los cinturones y empieza a hablar el capitán en un perfecto inglés, diciendo el viaje que íbamos a hacer, cómo se llamaba, la duración del viaje y el tiempo que iba a hacer en Londres. Así que curiosamente entendí casi todo, no empezaba mal el viaje.

Empieza a andar el avión en busca de la pista de despegue y comienza a hablar una azafata (en inglés) explicando qué hacer en caso de emergencia y cómo utilizar el chaleco salvavidas, mientras otra nos enseña lo que la otra va diciendo. Tardamos unos 10 minutos en llegar a la pista de despegue.

Aquí empieza lo bueno, sentir el inmenso empuje de las turbinas hace que te pegues al asiento. Es una sensación parecida a cuando se da un acelerón en un coche con turbo. Sientes cómo el avión gana velocidad rápidamente y en unos 10 o 15 segundos el avión levanta el morro y... vuela!!!. 10 minutos después el avión ya ha cogido mucha altura y ya puedes quitarte el cinturón.



Dos horas después tienes que abrocharte el cinturón de nuevo, por que comienza la aproximación a la pista de aterrizaje. En ese momento, no sé qué movimiento hace el avión que me siento muy mareado, por suerte sólo dura muy poco tiempo y todo vuelve a la normalidad. El aterrizaje, para ser la primera vez, lo vi bien.

2 comentarios:

  1. Jachondo, vete en primera clase, ya verás cómo no optimizan tanto el espacio y te molestan menos :P

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  2. En esos aviones no hay primera clase, así que no lo puedo hacer, XD

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